La UNAM estudia el desarrollo del cáncer en el organismo con luminiscencia similar a la de las medusas, técnica que ha sido probada anteriormente en ratones
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) están utilizando la técnica de la luminiscencia; luz que se presenta de forma natural en las luciérnagas, camarones o medusas; en algunos modelos animales con la finalidad de estudiar el padecimiento y generar tratamientos adecuados para la prevención del cáncer.
Según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el año 2040 se estima un aumento del 50% en los casos de cáncer a nivel mundial, por lo que es necesario encontrar tratamientos adecuados para la cura del cáncer tanto científicos como médicos.
“La bioluminiscencia se refiere a la producción de luz por organismos vivos, se genera por una reacción química que lleva a cabo una enzima llamada luciferasa, que utiliza como sustrato a la luciferina y junto con el oxígeno y la molécula ATP hay emisión de luz. Nosotros aprovechamos este fenómeno para monitorear y entender el desarrollo de tumores, con el fin de encontrar fármacos que puedan prevenir su crecimiento”, puntualizó Celina García Meléndez, investigadora del departamento de Genética del Desarrollo.
Los expertos del departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular (IBt) de la UNAM, utilizaron para los ensayos clínicos la luminiscencia en ratones genéticamente modificados, a los que luego de aplicarles enzima luciferasa en las células, se les administró luciferina (enzima oxidativa). Fue así como la reacción química de los componentes logró que los ratones emitieran luz, la cual fue observada con equipos especializados.
Anterior a esto, los ratones fueron evaluados en el Laboratorio Nacional de Microscopía Avanzada de la Universidad, en donde fueron anestesiados y, con ayuda de un software computarizado, los científicos observaron en la imagen del animal bioluminiscencia que detecta el crecimiento celular cancerígeno.
“Sin duda la bioluminiscencia es una herramienta poderosa en la investigación, porque contribuye a resolver problemas de salud en nuestra población y permite entender mejor la complejidad de los procesos que participan en un organismo vivo, lo que no se comprende a plenitud únicamente analizando solo células en cultivo”, indicó García.
Asimismo, la especialista afirmó que están creando otras metodologías que ayuden al conocimiento más profundo del cáncer, así como también al desarrollo de tratamiento accesibles y de bajo costo para prevenirlo.
“Lo más reciente en el estudio del cáncer y otras enfermedades es tratar de desarrollar sistemas in vitro dirigidos a generar organoides, que son órganos formados artificialmente en un laboratorio y que permiten, en un tiempo más corto, hacer evaluaciones de fármacos, por ejemplo; de esta forma se reduce al máximo el uso de animales y se acorta el tiempo de evaluación de un anticancerígeno potencial”, declaró Luis Fernando Covarrubias Robles, investigador.
