Ciertos países de América Latina, particularmente Brasil y México, “pueden convertirse en superpotencias tecnológicas”, afirmó el nuevo director de Intel para las Américas, Greg Ernst
«Nuestra visión en Intel es, primero, que Latinoamérica y sus países pueden convertirse en superpotencias tecnológicas y dentro del sector de tecnología. Cuando en Intel observamos nuestras inversiones, realmente estamos viendo hacia una perspectiva de las Américas», afirmó Greg Ernst, el nuevo director de Intel para las Américas.
El directivo del gigante tecnológico de Estados Unidos destaca el capital humano que existe en la región, el uso de redes sociales y la afinidad de los «millennials» latinoamericanos por la tecnología.
También resalta el «fenomenal crecimiento de tecnología en transformación digital en México y Brasil», donde además de corporaciones multinacionales hay «una explosión de compañías locales» dedicadas al desarrollo de software y de la nube.
«Algunas de las compañías de tecnología más grandes del mundo van a salir de América Latina y queremos estar ahí y asociarnos con ellas. No le quita nada a lo que hacemos en Estados Unidos y Canadá, pero yo veo que Latinoamérica está al borde de una gran explosión de éxito», agrega.
Intel refuerza su presencia
Ante las disrupciones que la pandemia ha traído a las cadenas de valor y el conflicto en Ucrania, Ernst considera que «cada gran compañía necesita diversificación global», por lo que se refuerza la apuesta de Intel por América.
«Lo que estamos haciendo en Latinoamérica refuerza que nuestra visión y nuestro plan siempre fue el correcto», menciona.
Aunque no revela montos de inversión, el directivo destaca el «talento excepcional» del Centro de Diseño de Guadalajara, uno de los centros de diseño y validación más importantes de Intel a nivel mundial y la primera adquisición de la empresa en Latinoamérica.
El centro en el occidente de México emplea a 1.700 personas, con 700 contrataciones tan solo en el último año, apunta.
«Vamos a seguir invirtiendo ahí. Todos nuestros clientes en las Américas y en el mundo, los servidores que despliegan los mayores clientes del mundo, como Facebook, Google, Microsoft, Amazon, reciben su última validación en Guadalajara», expone Ernst.
Asimismo, afirma que «continúan las inversiones en Costa Rica», donde acaban de cumplir 25 años de presencia con 2.900 empleados encargados de ensamblaje, distribución, tecnologías de información, cadenas de valor y recursos humanos.
«Encontramos que los empleados de Costa Rica son fantásticos. Es un gran influjo de talento para nosotros y provee servicios a Intel globalmente», menciona.
La meta de los semiconductores
En su gira por el país azteca, Ersnt se reunió el martes con Tatiana Clouthier, la secretaria de Economía de México, a quien explicó la importancia de «la capacitación a escala en tecnología y lograr mayor producción de semiconductores en las Américas».
México, donde el sector automotor representa el principal componente del PIB industrial y la principal manufactura de exportación, padeció la crisis del desabasto de chips semiconductores.
En este contexto, el directivo de Intel enuncia «ambiciones comunes» de la empresa y de la Secretaría de Economía, pero sin adelantar ningún anuncio.
«Ella (Clouthier) ve traer los semiconductores a México y su desarrollo, no solo su manufactura, como clave para el país, y también nosotros. No hay nada que anunciar, lo vamos a guardar para dentro de unas semanas. Anunciaremos algo en abril con planes concretos», indica.
La meta ulterior de Intel es que el 30 % de los semiconductores del mundo se produzcan en las Américas, donde ve que México juegue un rol importante.
«Hemos hecho decisiones muy estratégicas en México con el Centro de Diseño de Guadalajara. Ese centro hace lo que llamamos la validación final y es un paso crítico en el desarrollo de todos nuestros productos de futura generación», dice.
Preguntado por el clima de inversión en México para el sector tecnológico, destaca el capital humano de “mexicanos brillantes”.
«Vemos cosas secundarias, como cualquier negocio, sobre el costo de la mano de obra y el acceso a recursos naturales, pero son secundarias. Todo comienza con la gente, que explica por qué México sigue creciendo», concluye.