• Vie. Nov 22nd, 2024

Descubre al robot que educa a los presos en Perú

Jovam fue creado para motivar y acompañar los aprendizajes de los reclusos del Centro Penitenciario de Lurigancho, ubicado en Lima y catalogado como uno de los más peligrosos en América Latina

 

Su cuerpo, fabricado con fibra de maíz, baila, al hablar sus ojos parpadean, responde preguntas relacionadas a objetivos de desarrollo sostenible e incluso puede hablar alemán. Así es el robot que ingresó a la cárcel de Lurigancho de Lima, Perú, la más poblada del país para brindarle apoyo a los maestros en la educación de los presos, cuyo nombre es Jovam.

Su creador, Walter Velásquez, es un profesor rural apasionado por la tecnología y la electrónica, quien utilizó desechos electrónicos reciclados y biodegradables para la fabricación del androide que servirá como “estímulo y complemento didáctico” a la educación de los 1.225 internos que permanecen en el recinto; quienes, luego de dos años, regresaron a clases presenciales para retomar sus cursos de primaria, secundaria y técnica.

Velásquez concibió a Jovam a más de 3.000 metros de altitud, en el laboratorio de creatividad del colegio Santiago Antúnez de Mayolo, en Tayacaja. El trabajo inició luego que la DVV International, una ONG alemana que acumula varias décadas promoviendo la educación de adultos en Perú, le solicitara al profesor la creación del androide, que duró siete meses, para luego ser donado al Instituto Nacional Penitenciario (INPE), adscrito al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

La finalidad del robot es “motivar” y “acompañar los aprendizajes” de los presos de Lurigancho en este proceso vital para su resocialización, según indicó el director de DVV International en Perú, Walter Quispe.

Actualmente, el centro penitenciario alberga a más de 9.028 privados de libertad, más del 10% de los 86.825 reclusos de Perú, 410 internos tienen clases de educación básica y otros 815 de educación técnico-productiva de once modalidades distintas, las cuales incluyen peluquería, textil, electricidad, carpintería y hasta manualidades.