La ciberseguridad se ha convertido en un área esencial para el desarrollo de la telemedicina
Durante la pandemia la telemedicina se mostró como una gran herramienta, por lo que durante los dos últimos años el sector sanitario ha agilizado su digitalización y cada vez son más los servicios de salud a los que los pacientes pueden acceder de forma remota.
A pesar de que esto supone un importante avance, conlleva también a la aparición de nuevos riesgos, esto debido a la confidencialidad y sensibilidad de la información que se recopila y maneja en dichos casos.
Esto es algo que los ciberdelincuentes tienen muy claro, por lo que el sector sanitario se ha convertido en un objetivo muy apetitoso. Un historial médico puede llegar a venderse en la Dark Web por poco más de un euro, según indica Kaspersky. Estos datos pueden ser utilizados para extorsionar, ejecutar estafas y ataques de phishing, incluso para el robo directo de dinero.
Por este motivo, y con el fin de conocer el estado actual de la telemedicina, la compañía de ciberseguridad realizó el estudio titulado Telehealth take-up: the risks and opportunities, por lo que consultó a organizaciones sanitarias de 34 países a nivel mundial.
La digitalización sanitaria ofrece nuevas oportunidades, pero la actitud ante ella brinda dos posturas opuestas. Por un lado, los profesionales y pacientes aprecian las ventajas que ofrece esta transformación digital. Es así como los médicos estiman que la recopilación de datos es uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de la tecnología médica. Cuatro de cada cinco profesionales piensan que el sector necesita recopilar más información personal de la que actualmente posee, con el fin de entrenar IA y garantizar un diagnóstico más fiable.
Por su parte, los médicos afirman que la telemedicina es práctica y atractiva en varios sentidos. Por lo que entre sus ventajas destacan el alcance inmediato, la menor transmisión de enfermedades entre los pacientes y el personal o la posibilidad de ayudar a más personas en un plazo menor.
A su vez los pacientes también reconocen el valor de la medicina a distancia. Así, el 90% de los pacientes opinan que los servicios de telemedicina serán los que más valor aporten al sector sanitario en los próximos cinco años.
Sin embargo, se aprecia también cierta resistencia. Ejemplo de ello es que el 37% de los proveedores sanitarios encuestados, al menos en España, reconocen haber registrado casos en los que los pacientes se han negado a mantener una videollamada con el personal médico por cuestiones de privacidad o seguridad de datos.
El 75% de las empresas sanitarias afirma que sus médicos han manifestado su preocupación por la protección de los datos de los pacientes cuando realizan sesiones a distancia. Solo el 31% se muestra muy seguro de que su organización cuenta con las medidas de seguridad necesarias.
El estudio de Kaspersky develó además que varios médicos realizan consultas online utilizando aplicaciones no diseñadas específicamente para la telemedicina, como FaceTime, Facebook Messenger, WhatsApp o Zoom, lo cual pone en un alto riesgo el resguardo de datos personales.
