La minería argentina alcanzó durante 2021 el mayor nivel de empleo de la historia, según informe del Ministerio de Desarrollo Productivo
Durante 2021 el sector minero profundizó su crecimiento y logró alcanzar el mayor nivel de empleo de la historia, con alrededor de 30.000 puestos de trabajo directos y más de 80.000 considerando los indirectos, esto según un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo.
La investigación indicó que la actividad tracciona una importante red de proveedores de distinto tipo, entre los que se encuentran industriales, comerciales, de la construcción, transporte, servicios profesionales, alojamiento y catering, entre otros. Dicha red de proveedores hace que por cada puesto de trabajo asalariado formal que se genera en el sector se produzca uno adicional en sus proveedores del primer anillo, esto según un reciente análisis del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
El estudio también indica que, en 2019, el sector empleó cerca de 25.000 puestos de trabajo asalariados formales en sus proveedores inmediatos.
Por otra parte, contabilizando no solo los puestos de trabajo asalariados formales sino también los independientes, y el de los proveedores, la estimación de empleo minero directo e indirecto de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) asciende a 83.000 personas.
“La minería es además una actividad de salarios altos, que duplican a la media nacional”, dice el informe.
Asimismo, en el subsegmento de la minería metalífera, los salarios triplican a la media, y en 2021 fue la segunda actividad de mayores salarios de la economía, solo por detrás de los hidrocarburos.
El análisis también subrayó que “la minería es una actividad de la alta formalidad relativa, con más del 90% del empleo formal contra alrededor de un 60% en el promedio del sector privado”.
En materia de balance de divisas, la minería exportó en 2021 alrededor de US$ 3.2000 millones, dando cuenta de cerca del 4% de las exportaciones de bienes del país.
Según un reciente estudio de la Secretaría de Minería con información del Banco Central, el balance de divisas de la minería es estructuralmente superavitario, es decir, los ingresos por inversiones y exportaciones son sistemáticamente mayores a las salidas por remisiones de utilidades e importaciones, contribuyendo así a minimizar los riesgos de crisis cambiarias por falta de divisas y a mejorar la sostenibilidad macroeconómica.