Con un diseño inspirado en los canarios que usaban los mineros a finales del siglo XX, Canairi es un medidor de aire en interiores que te avisa cuando la concentración de CO2 supera los niveles permitidos
Haciendo honor a su nombre, este dispositivo utiliza un canario que «cae muerto» cuando la concentración de dióxido de carbono supera las 1.000 ppm (partículas por millón).
De acuerdo con sus creadores, Canairi utiliza una forma sutil pero efectiva para notificar a las personas cuando la calidad del aire es nociva en casa. Cuando el pájaro cae, el usuario deberá abrir las ventanas o puertas para ventilar la habitación. Una vez que la cantidad de CO2 baje, el pájaro amarillo volverá a su posición normal.
Canairi fue creado por Andreas Kofoed y Hans Høite, quienes se inspiraron del uso de canarios en las minas de carbón a finales del siglo XIX. En ese tiempo, los mineros usaban estas aves como indicadores para evaluar la presencia del grisú y evitar explosiones. Los canarios caían muertos cuando la concentración de grisú superaba cierto margen, alertando a los trabajadores para que abandonaran la mina.
Aunque este canario de plástico no previene explosiones o «muere», su función es de gran ayuda. Un aire viciado aumenta el riesgo de padecer asma, dolor de cabeza, fatiga y trastornos del sueño, por lo que es necesario ventilar frecuentemente los espacios cerrados.
Canairi está diseñado para cualquier tipo de habitación. Puede colocarse en casas, oficinas o escuelas, gracias a un diseño minimalista y efectivo. El canario está hecho de plástico reciclado e integra un sensor de CO2, una batería recargable y un soporte de pared. La batería tiene una duración estimada de tres meses y se puede recargar por medio de un cable USB. A diferencia de otros monitores de aire, Canairi no tiene pantallas o emite notificaciones en el dispositivo o en tu smartphone.