La escasez del agua y el estrés hídrico son una realidad en alrededor del mundo. Las tecnologías 4.0 han demostrado ser efectivas para afrontar esta problemática, una de las más importantes del tiempo actual
Según un especialista de la Universidad Nacional de México (UNAM), una cuarta parte de la población a nivel mundial vive en zonas con estrés hídrico. Es decir, en lugares donde se extrae más agua de la que hay disponible. Como si fuera poco, en México el 47% de la población no tiene acceso constante al agua potable. Además, el pasado 12 de julio, la Comisión Nacional del Agua alertó que alrededor de tres cuartas partes del país están sufriendo algún grado de sequía.
La destrucción de los ecosistemas derivada de la urbanización y la deforestación son algunas de las razones de esta escasez. A estas tres razones se suman la falta o el mal estado de la infraestructura para su distribución.
Para fortalecer la infraestructura hídrica y asistir en la distribución y saneamiento del líquido, las tecnologías de la industria 4.0 han mostrado sus beneficios y en ellas se pudiera encontrar algunas soluciones que ayudarán a hacer frente a este reto, uno de los más importantes de nuestros tiempos.
Agua 4.0
La gestión inteligente del agua o agua digital resulta de la combinación de sistemas basados en Inteligencia Artificial (IA) e Internet de las Cosas (IoT). Estos sistemas son de utilidad para supervisar la infraestructura destinada al suministro y tratamiento de aguas al mejorar su eficiencia y reducir el desperdicio desde la fuente. Incluso son capaces de garantizar la seguridad hídrica en una región.
La combinación de IA con IoT permite dar seguimiento, hacer predicciones y dar respuesta a la demanda de agua en forma continua, efectiva y sostenible. Posibilita el monitoreo de cada una de las áreas de tratamiento y distribución de agua para garantizar el suministro. Además, el sistema puede tomar decisiones y aprender ante contingencias, lo que vuelve la infraestructura más eficiente y resiliente.
Para hacer frente al desperdicio causado por filtraciones o rupturas en las instalaciones y limitar el suministro al necesario, estos sistemas son capaces de controlar el flujo del líquido y enviar informes en tiempo real. En cuanto a la seguridad hídrica, la IA puede anticipar sequías, garantizar la calidad del líquido y ofrecer alertas que prevengan fallas en la infraestructura.
En este sentido, el IoT es clave para potenciar las capacidades de la IA pues, al integrar todos los equipos, ofrece grandes cantidades de información que puede ser usada en la toma de decisiones estratégicas. El IoT permite la perfecta coordinación de los sistemas para dar respuestas oportunas ante eventualidades y anticiparse a la crisis.
Además de estas tecnologías, la implementación de blockchain y sensores remotos también ha mostrado su efectividad. Así lo recuperó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un informe sobre el uso efectivo de estas tecnologías.
En México, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), es un ejemplo de cómo las tecnologías 4.0 han optimizado el uso del agua en León, Guanajuato. Destaca su tecnología basada en IA que ha permitido el monitoreo constante de la infraestructura para garantizar la eficiente distribución.
Desde el centro de monitoreo y control de SAPAL, su tecnología les permite saber la ubicación de los pozos, su estado y la cantidad de líquido que cada pozo aporta a la red de suministro. Desde ese mismo centro, pueden, por ejemplo, controlar la apertura o clausura de los pozos para atender fallas o dar mantenimiento a la red.
SAPAL es una organización municipal pública descentralizada encargada de administrar el agua en León, una ciudad semidesértica con una importante industria curtidora y del calzado. La dependencia cuenta con un departamento de innovación específicamente enfocado a evaluar las tecnologías que ayuden a cumplir su misión.
