Buscando lograr la Transformación Digital, las organizaciones continúan implementando el uso de nuevas tecnologías que les permitan mantener su competitividad en el mercado.
De acuerdo con el estudio de KPMG en México, Panorama de la Innovación en México y Centroamérica, esta adopción acelerada es vivida por siete de cada diez empresas (72%) que buscan competir con infraestructura tecnológica de punta diseñada para atender al cliente y mejorar su experiencia (66%); mantener la productividad de la fuerza laboral y de los procesos operativos, y fortalecer las defensas para protegerse contra varios tipos de riesgos, incluyendo el de ciberseguridad. Asimismo, más de la mitad confirma que se requiere agilidad en el proceso ante las cambiantes necesidades del mercado (58%).
Para llevar a cabo la innovación de manera exitosa se requiere de visión y estrategias claras, incluyendo un esfuerzo continuo por fomentar una cultura de innovación. De hecho, ocho de cada diez líderes de innovación confirman que el principal habilitador para realizar la transformación digital de sus entidades es el apoyo de la Alta Dirección (81%), que incluye a la Dirección General, los consejos de administración y los líderes de área, pues esto inspira a todos los colaboradores y colaboradoras para generar compromiso. En segundo lugar, se destaca la cultura empresarial (63%) y, en tercero, contar con las métricas y los incentivos necesarios (41%).
¿Cómo hacer posible la innovación?
Además del apoyo del liderazgo de la organización, es necesario lo siguiente:
- Manejar un entorno en el que los equipos puedan experimentar, aprender e iterar
- Definir las métricas tanto financieras como no financieras, dependiendo del horizonte de innovación de la iniciativa
- Trabajar en la apertura que permite «fallar rápidamente», necesaria para eliminar el estigma organizacional con respecto al fracaso. Este proceso debe ser controlado para evitar que impacte negativamente a la marca
- Tener disponible el Financiamiento en los proyectos, tanto a nivel prototipo como en la fase de implementación de las iniciativas de más alto potencial
- Reconocer que la innovación siempre estará presente en cada momento y en constante cambio
¿Pero por dónde comenzar?
La innovación es, un tema realmente para los inversionistas, socios del negocio, colaboradores, quiénes, cada vez con mayor frecuencia, se interesan en estrategia, planeación, gestión, métricas y resultados, ya que son ellos quiénes manejan la información necesaria para evaluar la viabilidad sostenible de la compañía a mediano y largo plazo.
Por otro lado, es necesario contar con el desarrollo de un portafolio de innovación, el cual deberá incluir las actividades relacionadas y determinará el alcance del proyecto. Comúnmente, la innovación se divide en tres horizontes principales:
- Incremental: a corto plazo
- Adyacente: a mediano plazo
- Transformacional: disruptivo y a largo plazo
De igual forma, los esquemas de trabajo, las métricas y los incentivos serán diferentes en cada uno de los horizontes, por lo que comenzar poco a poco o incrementalmente suele ser el enfoque adecuado que permite ganar la confianza del talento, así como mantener el impulso de los equipos de liderazgo que presentan un apetito al riesgo más bajo.
Debe considerarse que no toda la innovación tiene que ocurrir internamente, especialmente en el caso de las inversiones en innovación de tipo adyacente y transformacional. En estos casos, las organizaciones tienden a activar y fortalecer un ecosistema de aliados externos como empresas, universidades o programas externos con aceleradoras de negocios para apresurar sus avances.
En conclusión, incorporar la innovación en las entidades proporcionará al liderazgo una mayor amplitud en su visión estratégica, agregando al enfoque tradicional un panorama que contemple impactos ambientales, sociales y tecnológicos, reconociéndolos y gestionándolos de manera oportuna, pero también incrementado las capacidades de gestión en un entorno que se caracteriza por ser dinámico y que presenta un sinfín de oportunidades para el crecimiento y la transformación.
KPMG es una organización global de firmas independientes de servicios profesionales, que proveen servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría. Es la marca bajo la cual las firmas miembro de KPMG International Limited operan y brindan servicios profesionales. “KPMG” se utiliza para referirse a firmas miembro individuales dentro de la organización de KPMG o más firmas miembro colectivamente.
Esta organización opera en 145 países y territorios, y tienen más de 236,000 personas trabajando en las firmas miembro del mundo; cada firma es una entidad legalmente distinta y separada y se describe a sí misma como tal, cada una de ellas es responsable de sus propias obligaciones y responsabilidades.
KPMG en México
La firma perteneciente a México fue fundada en 1946. Por más de 75 años, brindado servicios de auditoría, impuestos y asesoría a empresas locales, nacionales y multinacionales, siempre comprometidos con obtener resultados confiables. Además esta firma cuenta con 200 socios y más de 3,400 profesionales en 17 oficinas ubicadas estratégicamente en las ciudades más importantes de la República Mexicana, ofreciendo un beneficio como respaldo global y amplio conocimiento local.
Lina Angelov, cuenta con 16 años de experiencia asesorando a clientes en diversas industrias como energía, retail, automotriz y servicios financieros. Actualmente es líder de innovación
de KPMG en México y sus iniciativas están enfocadas en la optimización del portafolio de servicios de innovación en alineación con las necesidades de mercado y de los clientes.
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