A pesar del avance innegable de la banca digital, el efectivo se aferra a su trono en América Latina, así lo reveló un reciente estudio de Mastercard, publicado por Infobae.
De acuerdo con el estudio, aunque los pagos digitales ganan terreno, el dinero físico sigue siendo el más utilizado, especialmente entre los hogares de bajos ingresos. Pero, ¿a qué se debe esta resistencia? ¿Y qué papel juegan las fintechs en este panorama?
La persistencia del efectivo: un reflejo de la realidad latinoamericana
El estudio de Mastercard revela una realidad innegable: el 40% de los hogares de bajos ingresos en la región aún realiza más de la mitad de sus gastos mensuales en efectivo. Esta preferencia se debe a diversos factores:
- Desconfianza en la banca digital: Muchos latinoamericanos, especialmente aquellos con menor acceso a la educación financiera, desconfían de las nuevas tecnologías y prefieren la seguridad que perciben en el efectivo.
- Informalidad: La economía informal, aún muy presente en la región, opera principalmente con efectivo.
- Brecha digital: La falta de acceso a internet y dispositivos móviles dificulta la adopción de pagos digitales.
Fintech: un puente hacia la inclusión financiera
En este contexto, las fintechs emergen como actores clave para impulsar la inclusión financiera; su agilidad, innovación y enfoque en las necesidades de los usuarios las convierten en aliadas poderosas para superar las barreras que impiden la adopción de la banca digital.
Así lo confirma el estudio de Mastercard: más de la mitad de los encuestados en Brasil, Colombia y Perú afirman que las fintechs les han abierto las puertas a productos financieros antes inaccesibles. Los bancos digitales, en particular, están ganando terreno entre las poblaciones desatendidas, ofreciendo soluciones más accesibles y adaptadas a sus necesidades.
Banca digital y el futuro de los pagos en Latinoamérica
Aunque el efectivo seguirá presente en la región por un tiempo, la tendencia hacia la digitalización es irreversible. Las fintechs, con su capacidad para innovar y adaptarse a las necesidades locales, están liderando este cambio.
Pero, para lograr este cambio, es fundamental que los gobiernos, las instituciones financieras y las fintechs trabajen en conjunto para:
- Promover la educación financiera: Para generar confianza en la banca digital.
- Reducir la brecha digital: Ampliando el acceso a internet y dispositivos móviles.
- Fomentar la competencia: Para impulsar la innovación y ofrecer mejores soluciones a los usuarios.
El futuro de los pagos en Latinoamérica será probablemente un modelo híbrido, donde el efectivo coexistirá con una variedad de opciones digitales. Las fintechs, con su enfoque en la inclusión y la innovación, jugarán un papel crucial en la construcción de este futuro.
