Las ciberamenazas aumentaron en América Latina y Brasil concentró el mayor ataque de denegación de servicio vía IoT
Las tácticas de los ciberdelincuentes no solo comienzan a refinarse, sino que a demás se sofistican en tiempos en que vivimos una acelerada transformación digital impulsada por la pandemia. Es así como los ataques contra los usuarios finales han aumentado un 600% en América Latina en 2021 respecto al 2020.
A pesar de que dicho dato es alarmante no es lo peor, ya que empiezan a surgir alarmas en el segmento de Internet de las Cosas (IoT), según información brindada por el informe de Fortinet que detectó un constante aumento de los intentos de ciberataques en América Latina en 2021.
Los ataques en masa siempre tienen réditos porque, más allá de que se llegue a un objetivo puntual, las puertas que se abren se pueden también multiplicar de forma casi infinita. Algo parecido a esta situación tuvo lugar en Brasil con IoT.
La región sufrió 289.000 millones de amenazas cibernéticas durante 2021. De acuerdo a la población actual de América Latina y el Caribe, estimada en unos 667 millones de habitantes, el resultado de dichos ataques es que cada una de las personas que vive en el continente ha estado sometida a un promedio de 433 ataques en el año, o a más de uno por día.
Según datos recopilados por FortiGuard Labs, el laboratorio de inteligencia de amenazas de la compañía de seguridad, México fue el país que más soportó los ataques, al concentrar 156.000 millones; seguido por Brasil, con 88.000 millones; Perú y Colombia, con 11.500 millones y 11.300 millones respectivamente. Argentina se ubica más atrás con unos 3.200 millones de ataques en el año.
La compañía de seguridad afirma que el nivel de ataques alcanzado ya equipara a la región con otras zonas del mundo. A pesar de ello, América Latina y el Caribe representan solo el 10% de lo que sucede en materia de ataques informáticos a nivel mundial.
Lo que ha llamado la atención es que un ataque de denegación de servicio (DDoS) sucedido en el tercer trimestre de 2021, considerado el mayor de la historia efectuado hasta los momentos, surgió de una variante de la botnet Mirai y fue dirigida a dispositivos IoT. Esto ocasionó que, ante cada ataque concretado se lanzaran más de una docena de ataques SSoS que superaron varias veces el terabit por segundo y fue, en este caso, Brasil el principal objetivo.
Como si fuera poco, el laboratorio también detectó una gran cantidad de ataques relacionados con la ejecución de código (RCE, por sus siglas en inglés) en dispositivos IoT como cámaras, micrófonos y enrutadores domésticos, que les permiten a los ciberdelincuentes tomar el control de sistemas empresariales vulnerables.
Otro fenómeno detectado por el laboratorio de seguridad informática fue que aquellos países en donde se realiza minería de criptomonedas hubo intentos para instalar herramientas de este tipo, situación que se advirtió, principalmente, en Argentina, República Dominicana y Colombia.