La empresa planea expandir su negocio de soluciones inteligentes de minería en América Latina, cuyo crecimiento será impulsado por el despliegue de redes 5G en los próximos años
La empresa actualmente está en conversaciones con compañías mineras en Colombia, Perú y Argentina sobre servicios de minería conectada, los cuales emplean tecnología de comunicaciones para mejorar la automatización y el monitoreo, según informó el director del Centro Latinoamericano de Excelencia de Ericsson, Fernán Izquierdo.
Sumado a ello, próximamente comenzará las negociaciones con una minera cuya base de operaciones se encuentra en México.
Por su parte, Ericsson ha logrado identificar 600 minas en la Región que podrían beneficiarse de sus servicios y que, además, pueden reducir costos, impulsar la productividad y mejorar la seguridad y desempeño ambiental, afirmó Izquierdo.
“Esperamos que el negocio crezca ahora. A partir de este año esperamos firmar un contrato con una minera y, sobre todo, crecer en los próximos años cuando llegue la 5G y madure el mercado, pero somos muy optimistas acerca de la industria minera en América Latina”, indicó Izquierdo.
A pesar que las soluciones de minería conectada de Ericsson se utilizan en al menos 20 minas de todo el mundo, particularmente en Canadá, Australia y Papúa Nueva Guinea, la empresa aún no ha introducido su tecnología en una mina latinoamericana.
Este es debido en gran parte al desarrollo más lento que ha tenido la tecnología 5G en la Región.
A nivel mundial, la demanda de soluciones conectadas de Ericsson ha comenzado a despegar en los últimos uno o dos años con las redes 5G, lo que le ha permitido expandir las soluciones en áreas como equipos de perforación autónomos.
“Si bien en otras partes del mundo, como Estados Unidos, Europa y los países asiáticos, están muy avanzadas en el despliegue de las tecnologías 5G, América Latina todavía está rezagada. Recién está comenzando”, declaró Izquierdo.
Otro de los desafíos en el despliegue de soluciones de minería conectada a nivel mundial se refiere a la actitud hacia las nuevas tecnologías en el sector.
“La minería es una industria muy tradicionalista. Ha estado haciendo negocias de la misma manera durante 50 o 100 años, y es muy reticente al riesgo. Cuando las empresas avanzan en un proyecto minero, ven todo el oro o plata que pueden extraer durante 30 años. Es una industria compleja para la adopción de nuevas tecnologías”.
