De acuerdo con ONU Hábitat, para el 2030 más de 3.000 millones de personas necesitarán tener acceso a viviendas, infraestructura básica y sistemas de acueducto y saneamiento
La impresión 3D en América Latina todavía es una tecnología que está en proceso de adopción. Su paulatino crecimiento se debe, en parte, a la creación en 2018 del primer Consorcio de Fabricación Aditiva en Latinoamérica (CONMAD). Concretamente en Colombia, la fabricación aditiva se hace hueco poco a poco en distintas áreas y sectores de aplicación.
Si centramos la atención en la industria de la construcción, podemos observar que la productividad del sector en el país estuvo estancada durante décadas, esto debido a la resistencia que hubo al cambio. Sin embargo, recientemente está experimentando una serie de transformaciones que se basan en innovaciones tecnológicas con el fin de acelerar los procesos, aumentar la productividad y reducir los tiempos y costes finales.
A nivel de técnicas utilizadas, la metodología BIM (Building Information Modeling) es una apuesta segura en el ámbito de la construcción. Aun así, este no es el único método que está ganando terreno. Daniel Castro-Lacouture, profesor y exdirector del School of Building Construction, afirma que la adopción del BIM debe estar acompañada de otras técnicas suplementarias, como la impresión 3D, la cual reduce el proceso de obra y los riesgos de accidente. Y ya no solo como método complementario, sino que la fabricación aditiva por sí misma tiene un futuro prometedor en el sector de la construcción en Colombia.
Por su parte, Castro también explica que la adopción de nuevas tecnologías, como la impresión 3D requiere de grandes recursos y experiencia en Colombia, por lo que es el momento adecuado para formular estrategias acordes a los retos y desafíos de sostenibilidad y competitividad.
Colombia y la impresión 3D de hormigón
El uso de la impresión 3D de hormigón para la construcción en Colombia podría dar solución a la crisis inmobiliaria. De acuerdo con ONU Hábitat, para el 2030 más de 3.000 millones de personas necesitarán tener acceso a viviendas, infraestructura básica y sistemas de acueducto y saneamiento. Con esta previsión, la fabricación aditiva permitiría fabricar estructuras complejas con un menor desperdicio de materiales y mejores tiempos de construcción. Los primeros pasos en este campo los está dando Conconcreto, una firma de construcción colombiana que desarrolló la primera impresora 3D de gran formato de la región. Su objetivo principal es el de crear viviendas de interés social de forma masiva y a un coste asequible para un mayor número de personas.
Las ventajas que ofrece la tecnología también se han visto claramente demostradas con el proyecto Casa Origami. Se trata de un módulo habitacional de 23 metros cuadrados que se fabricó en la ciudad de Medellín en tan solo 27 horas. Gracias a este método se alcanzó la estandarización del proceso de impresión de elementos y sus aplicaciones al prototipo de vivienda habitable, enfocada a componentes de sostenibilidad como el consumo de energía y los aspectos arquitectónicos.
La industria 4.0 ha logrado dar un valor agregado diferente al sector de la construcción colombiana gracias a la automatización y la digitalización. A pesar de que históricamente ha tardado en asumir la transformación y la productividad de su actividad, el sector está en auge gracias a los nuevos métodos y tecnologías.