Redes neutrales, redes compartidas, redes con franquicia. Las posibilidades de desplegar infraestructura se multiplican a partir de las necesidades de ampliar la conectividad en el mundo. En la región, a la hora de extender una red la chance más eficiente para mejorar servicios y reducir brechas es a partir de los despliegues de fibra óptica. Una de las proveedoras de este insumo es Corning Optical Communications, una división de Corning, compañía centenaria dedicada a la ciencia de materiales que, con plantas en México y Brasil abastece las necesidades de los distintos países de América Latina
Hernán Anté, South American Business Manager de Corning, informó sobre cómo continuará la demanda de fibra óptica tras las necesidades expuestas en la pandemia en la región, teniendo en cuenta el avance de 5G, las situaciones macroeconómicas de cada país, y los desafíos que existen en la logística internacional donde un cargamento de fibra compite con el de vehículos e, inclusive, con el de alimentos. También se refirió a las razones por las que cree que, ahora sí, habrá un desarrollo importante de Internet de las Cosas (IoT).
¿Cómo se comportó el mercado de fibra óptica, teniendo en cuenta que lo utilizado en 2020 se compró en 2019 y que 2021 arrastra la demanda de conectividad del año pasado?
Lo voy a explicar con dos ejemplos. Nuestro negocio a nivel global creció dos por ciento en 2020. Parece poco, pero teniendo en cuenta todo lo que pasó, con plantas que debieron cerrar y demás, se creció. Pero ya en 2021, tomamos la inercia de 2020, y esperamos crecer un 24%. Otra forma de verlo es que, durante este año, lanzamos una planta nueva para la fabricación de cable en Polonia. Y, solo en nuestra planta de México, contratamos a unas 13.000 personas y hoy tenemos unos 25.000 empleados. Lo mismo sucedió en Brasil.
Hacia adelante, ¿esta inercia se verá impulsada, además, por los despliegues de 5G en Chile, República Dominicana y Brasil?
Sí, pero tenemos que tener en cuenta que tenemos mucho retraso. La diferencia en la brecha que hay entre la penetración de fibra óptica en América latina está muy por detrás de Estados Unidos, de Europa, de Asia. Así que, independientemente de la quinta generación, vamos a tener un crecimiento enorme porque hay un 40% de la población regional que no tiene acceso. Además, tenemos otro fenómeno que es la brecha entre la población rural y la urbana, que también es enorme, de más del 35% en América Latina, mientras en Europa es del 7%. América Latina está en distintos estadios y todavía es poco relevante en penetración de 5G. Pero se estima que recién en 2027 la penetración llegue el 10% de la región. Estos años van a ser claves porque hay mucha asimetría. Recién en el 2023, las empresas, los operadores y los proveedores de tecnología estaremos en condiciones de brindar tecnología para esta evolución.
En este contexto de retraso ¿Cómo se empiezan a plantear los modelos de redes neutrales y qué perspectivas se vislumbran?
La gran novedad de los operadores neutrales es el criterio, muy interesante, que sostiene “zapatero a tus zapatos” y que comparto 100%. Las empresas que construyen red, y saben construirlas, permiten a los operadores tener más Capex y crecer en la calidad de servicio al cliente para poder penetrar nuevos mercados. A partir de 5G van a tener la posibilidad de ofrecer propuestas de valor mucho más completas que las actuales, y nuevas tecnologías. A través de estas tecnologías aparecerá, verdaderamente, lo que venimos hablando desde hace muchísimos años, que es la Internet de las cosas. Hasta ahora era un planteo conceptual, pero ahora, la posibilidad de alcanzar mayor penetración en las regiones más la quinta generación en el futuro cercano, permiten hablar de IoT.
Los operadores serán claves, tanto en la red 5G, como en continuar con el despliegue de 4G y redes de fibra porque se busca que cada uno se enfoque en los que mejor maneja. En la región, se están viendo muchos acuerdos con Ufinet, con American Tower, en la Argentina con Sion, donde hay despliegues de fibra y el operador neutral puede manejar en la zona de cobertura a más de un cliente. Esto es bueno porque a los operadores les rinde más el Capex y el OPEX y se pueden enfocar en otra cosa. Lo mismo va a pasar con los sitios. En América Latina va a crecer cuatro veces la cantidad de sitios celulares existentes. Con 5G se va a multiplicar por 13 o 14 veces la cantidad de celdas y esto quiere decir que países la Argentina van a necesitar al menos 55.000 sitios más nuevos, con todo lo que eso significa. Esto es relevante porque el impacto de toda esta inversión global está rondando en torno al 5% del PBI solo por estos despliegues.
¿En qué consiste el modelo de franquicias de fibra óptica y cómo se vincula con la red neutral?
En realidad, es un modelo de negocio que desarrolló Telefónica en Brasil hace dos años donde una tercera compañía, un proveedor o un operador de Internet más pequeño, construye la red y opera con el nombre de Telefónica. La red es construida por este operador, hace la activación del cliente y toda la parte física, mientras el servicio y el sistema de pago y lo que recibe el abonado aparece como el nombre de Telefónica. Entonces, la propuesta engloba la fuerza de la marca, los servicios y los paquetes, pero el servicio está en manos de una operadora más conocida mientras se cuenta con un proveedor de la ciudad más cercano y que ya conoce la zona y sus clientes. Esto es provechoso para ambas las partes y es un modelo que resultó muy eficiente en Brasil.
¿Es posible llevar este modelo a otros países de la región?
Sí, Telefónica realmente es la pionera con estas maneras de construir la red. Y vemos que normalmente otras operadoras adoptan o siguen estas ideas en la región. Seguramente veremos más de este tipo de despliegues en otros países, u otras operadoras haciendo lo mismo.
¿Cómo el caso de Sion en la Argentina?
Sí, justamente, este acuerdo con Telefónica de Argentina va a ser algo similar. Y tenemos que estar preparados porque además de los operadores neutrales, del modelo de franquicia, se vienen otros como el caso de Claro Chile con VTR: hicieron un acuerdo para compartir redes y, por lo tanto, buscar la penetración de uno en el servicio del otro. Tenemos que estar preparados, porque si estos tipos de acuerdos se ampliarán hasta lo que dé la imaginación.
Esto que sucede en Chile resulta curioso cuando se lo compara con el caso de Claro Brasil que, en el marco de 5G, la compañía declaró que se van a mover con su propia infraestructura dando a entender que no van a compartir nada…
Es muy interesante esto porque tiene que ver con el modelo de Claro que es una empresa líder por la cobertura regional. Claro en la Argentina tiene un acuerdo con Ufinet, en Chile con VTR y en Brasil no quiere ningún acuerdo. Esto es porque tiene un modelo de gestión autónomo. En Claro Colombia también se ve que va para adelante con su red, pero ya se está viendo en la región que todas las filiales están en competencia, entonces si quieren acelerar su plan de inversión y no van con un socio les va a costar muchísimo.
¿Cómo les impacta la situación de cada país en particular cuando la demanda de conectividad es común a todos?
Nos impactan las decisiones de cada país. Sin tomar una posición por nada, Brasil ha crecido un 50% en su penetración de fibra y la disponibilidad en este periodo, Colombia cerca de un 40%, Ecuador parecido, Chile avanzó un 40% y Argentina, un 25%. Cada país tiene su gobierno nacional, sus gobiernos provinciales y municipales pero el factor común en la región es el impacto que tiene la legislación de los municipios; la carga administrativa que significa gestionar un alta o un permiso para pasar por un lugar o lo que fuera. No obstante, hemos crecido más de 25% en la penetración y disponibilidad de recursos de fibra.
¿Cómo ven la demanda hacia adelante y las perspectivas de crecimiento?
La penetración de la fibra óptica aún es muy baja, no importa cuál sea el destino final, si es la casa del cliente o la integración de redes 5G. La penetración es muy baja en América Latina, así que tenemos todavía ratios de crecimiento muy altos. Por otro lado, hay otro factor, muy interesante, que ha aparecido en la pandemia vinculado con los cuellos de botella que vive la logística global, y que son un desacelerador porque se han triplicado los costos de la logística y de las materias primas. Transportar un equipo electrónico para telecomunicaciones o una bobina de cable de fibra óptica compite con un auto, o con desplazar otra commodittie. Y ese colapso, de acuerdo al producto y el momento del año, está haciendo que el transporte por vía aérea sea más barato. Esto empezó a notarse mucho a partir del segundo trimestre de este año y todavía hay que ver cómo impactará esta situación en este sector.
¿Es posible que Corning instale nuevas plantas en la región, además de ampliar la producción y no depender tanto de otros centros de desarrollo?
La capacidad de nuestras plantas se ha ampliado con la pandemia, tal como sucedió en Polonia o Estados Unidos. Todo es posible. Todos los productos que fabricamos en Brasil son creados con mano de obra e investigación y desarrollo regional. Tomamos todo lo que nuestros clientes nos dicen que necesitan y eso hace que cambien los requerimientos de los países del Pacífico con los del Atlántico. Por eso este año lanzamos muchísimos productos que, afortunadamente, reflejan nuestras necesidades, así que sí, es posible pensarlo, y lo demostramos este año.
¿Qué demandas ven de servicios de data centers?
Está creciendo exponencialmente y hay países como Colombia que, por su posición geográfica, está recibiendo muchísima inversión de los grandes operadores de data centers. Los mismos operadores de carriers clásicos que están abriendo sus data centers a terceros son otro ejemplo. Lo que se está radicando en Chile es gigantesco, Brasil es otro gran ejemplo. A futuro va a ser más necesario tener data centers más cerca del cliente para satisfacer las demandas de servicios.
