• Mar. Abr 23rd, 2024

Startup Inner Cosmos dice poder tratar la depresión sin abrir el cráneo

Startup Inner Cosmos dice poder tratar la depresión sin abrir el cráneo

La startup de informática dice que es posible, a través de pulsaciones de electricidad, normalizar las conexiones entre neuronas y mejorar el estado de ánimo de las personas con depresión

Una startup de nombre Inner Cosmos Inc. dice poder cumplir el sueño que muchos cirujanos han tenido durante años y es la de acabar con la depresión mediante una sacudida de electrodos implantados en el cerebro sin necesidad de perforar profundamente el cráneo de una persona.

La compañía con sede en Scotts Valley, California, está actualmente desarrollando una máquina que tendría la capacidad de enviar pequeñas corrientes eléctricas a los confines del cerebro con el fin de apuntar a las redes desequilibradas que contribuyen a la depresión. Dicho proceso normalmente requiere una cirugía craneal invasiva, pero Inner Cormos afirma que su interfaz cerebro-computadora, o BCI (por sus siglas en inglés), se puede colocar cortando una capa delgada de milímetros de la parte superior del cráneo e instalando el implante en la hendidura resultante.

“Creemos que BCI ha crecido. Ha madurado para poder tratar una enfermedad resistente a los medicamentos como la depresión”, dijo el CEO y cofundador de la empresa, Meron Gribetz.

Gribetz, un emprendedor de tecnología desde largo tiempo que anteriormente dirigió una startup de realidad aumentada fallida, cuenta con el apoyo de algunos expertos reconocidos y respetados en biomedicina. Sus cofundadores incluyen al neurocirujano Eric Leuthardt y al primatólogo Dan Moran, ambos de la Universidad de Washington en St. Louis.

Esta semana, Inner Cosmos planea anunciar que recaudó US$ 10.25 millones en capital liberado por Lool Ventures, con la participación de los inversores en etapa inicial KittyHawk Ventures LLC y Loup Funds LLC. La financiación valora a Inner Costos en US$ 46 millones, indicó Gribetz.

Inner Cosmos llama a su sistema una píldora digital. La idea es que pequeñas pulsaciones de electricidad normalicen las conexiones entre las neuronas y mejoren el estado de ánimo de las personas. El implante, que es del tamaño de dos pequeñas monedas apiladas, al principio interactuará con la red de control cognitivo del cerebro y quizás con más partes en el futuro. Una vez al día durante unos 15 minutos, el paciente activa el sistema colocando un segundo dispositivo, una cápsula de energía magnética, encima del área con el implante. Luego, el implante envía pulsos al cerebro a medida que el sistema mide la actividad neuronal que emite el cerebro para medir la cantidad correcta de estimulación.