América Latina se encuentra en la cúspide de una transformación digital sin precedentes, impulsada por un crecimiento exponencial en el consumo de datos móviles, así lo informó el portal web BNamericas.
Según un reciente estudio de 5G Americas y GlobalData, la región está preparada para duplicar su apetito por datos en los próximos años, lo que plantea tanto desafíos como oportunidades para los operadores y los usuarios.
América Latina frente a un mar de gigabytes
El uso de smartphones, tablets y otros dispositivos conectados ha generado una demanda insaciable de datos móviles. Se estima que el consumo promedio por usuario en América Latina y el Caribe se elevará de 6.2 gigabytes en 2023 a 13 gigabytes en 2028, más del doble.
Este incremento se debe, en gran medida, al auge de servicios como el streaming de video, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería, que requieren cada vez más ancho de banda.
Como consecuencia de este voraz apetito por datos, el tráfico total en las redes móviles se disparará de manera espectacular, pasando de 57.8 millones de terabytes en 2023 a 139.7 millones de terabytes en 2028. Esta cifra pone de manifiesto la necesidad urgente de que los operadores inviertan en infraestructuras capaces de soportar este crecimiento exponencial.
Más suscriptores, más datos
Además del aumento en el consumo per cápita, también se espera un crecimiento significativo en el número de suscriptores móviles. Para 2028, se proyecta que América Latina y el Caribe alcancen los 951.5 millones de suscriptores, lo que representa una penetración del 137% en relación con la población total de la región.
Este incremento se debe no solo al aumento de la penetración de la telefonía móvil, sino también al crecimiento de dispositivos conectados como sensores, wearables y vehículos inteligentes.
El ascenso del 5G
Para hacer frente a esta demanda creciente, los operadores de la región están invirtiendo fuertemente en la implementación de redes 5G. Esta tecnología de quinta generación ofrece velocidades de descarga mucho más altas, menor latencia y una mayor capacidad de conectar dispositivos, lo que la convierte en la tecnología ideal para soportar las aplicaciones y servicios del futuro.
Se espera que el 5G gane terreno de manera gradual en los próximos años, aunque el 4G se mantendrá como la tecnología dominante durante un tiempo. A medida que el 5G se expanda, se prevé una disminución gradual de la participación de tecnologías más antiguas como 3G y 2G.
A pesar de los beneficios que puede ofrecer este aumento de uso de datos móviles, la verdad es que este incremento se enfrenta desafíos como la necesidad de invertir en infraestructuras de red más robustas, la gestión del espectro radioeléctrico y la garantía de una calidad de servicio adecuada.
Sin embargo, este crecimiento también representa una gran oportunidad para los operadores, que pueden aprovechar la creciente demanda de datos para ofrecer nuevos servicios y generar mayores ingresos.