El avance de la inteligencia artificial continúa transformando la industria tecnológica, y cada vez más empresas están dirigiendo sus esfuerzos hacia este campo. El último ejemplo de esta tendencia lo encontramos en Intel, que acaba de anunciar los detalles de su próximo y sorprendente supercomputador, llamado Aurora, junto con un nuevo modelo de inteligencia artificial generativa.
Aurora, creado para el Argonne National Laboratory de Estados Unidos, ha experimentado numerosos retrasos en su desarrollo, pero ha superado sus objetivos iniciales al alcanzar una potencia de más de 2 exaFlops. Para lograrlo, se utilizarán 21.248 CPUs Xeon, 63.744 GPUs Xeon Max y 10,9 Pbytes de memoria DDR5. Estas impresionantes especificaciones colocarán a Aurora por encima del actual líder del ranking Top500, Frontier, que alcanza los 1,6 ExaFlops.
Uno de los principales enfoques de este supercomputador será el desarrollo y aplicación de nuevos modelos de inteligencia artificial generativa orientados específicamente al ámbito científico. Según Intel, estos modelos se entrenarán con texto general, código, textos científicos y datos científicos estructurados de campos como biología, química, ciencia de materiales, física, medicina y otras fuentes. El objetivo es utilizar estos modelos para acelerar la identificación de procesos biológicos relacionados con enfermedades como el cáncer, así como para proporcionar objetivos en el diseño de medicamentos.
Lo más destacado de los modelos resultantes, denominados «Aurora genAI», es su escala masiva. Según Intel, estos modelos podrán alcanzar hasta un trillón de parámetros, casi el doble de los utilizados para entrenar a PaLM (predecesor de PaLM 2) y casi seis veces más que los utilizados para GPT-3, la base de ChatGPT. Esta enorme cantidad de parámetros permitirá generar avances significativos en la ciencia y en campos como el diseño de materiales, la biología experimental, la ciencia climática y la cosmología.
Además de los avances en el ámbito de la inteligencia artificial generativa, Intel también está desarrollando chips específicamente diseñados para el procesamiento y entrenamiento de modelos de IA. Los chips de la familia Falcon Shores contarán con 288 gigabytes de memoria y soportarán computación de coma flotante de 8 bits. Estas especificaciones son cruciales para su aplicación en el campo de la IA, y el objetivo de Intel es acortar la brecha que la separa de NVIDIA e incluso de AMD, que pronto lanzará los prometedores chips MI300.
El anuncio de Intel sobre Aurora y su modelo de inteligencia artificial generativa marca un hito en el desarrollo de la IA y en su aplicación en la ciencia. La capacidad de procesamiento y la enorme cantidad de parámetros permitirán a los investigadores aprovechar el poder de la inteligencia artificial para acelerar los avances en diversos campos científicos. Con la combinación de supercomputación y IA generativa, se espera que Aurora impulse la innovación y brinde nuevas oportunidades para resolver los desafíos científicos más complejos de nuestra época.