El Consejo Europeo de Protección de Datos (CEPD) ha anunciado recientemente la creación de un grupo de trabajo para establecer normas de privacidad sobre inteligencia artificial, en particular sobre el programa ChatGPT. Esta iniciativa surge después de que Italia adoptara una medida unilateral para frenar ChatGPT y la Agencia Española de Protección de Datos anunciara una investigación preliminar sobre posibles violaciones de datos por parte de ChatGPT.
ChatGPT es un programa de inteligencia artificial que ha ganado popularidad por su capacidad para escribir respuestas rápidas. Sin embargo, su rápido crecimiento ha suscitado preocupaciones sobre seguridad, privacidad y empleo. Expertos, el Gobierno de Estados Unidos y otros gobiernos europeos también han expresado su preocupación por la adopción de ChatGPT y productos similares de IA.
El grupo de trabajo creado por el CEPD busca fomentar la cooperación e intercambio de información sobre posibles medidas coercitivas llevadas a cabo por las autoridades de protección de datos. Los Estados miembros esperan alinear sus posiciones y crear políticas generales que sean transparentes.
Es importante destacar que el objetivo del grupo de trabajo no es castigar ni afectar al propietario de OpenAI, ChatGPT, respaldado por Microsoft Corp. sino establecer políticas generales que sean claras y transparentes. Es necesario que la inteligencia artificial se desarrolle con responsabilidad y tenga en cuenta los derechos de privacidad y protección de datos de los usuarios.
La creación de este grupo de trabajo es un paso importante para establecer una política común de establecimiento de normas de privacidad sobre inteligencia artificial en Europa. Es importante que se continúe trabajando en esta dirección para asegurar que la inteligencia artificial se desarrolle de manera responsable y respetando los derechos fundamentales de las personas.
El impacto de esta iniciativa en Latinoamérica dependerá en gran medida de cómo se adopten estas normas en el futuro y de cómo se traduzcan en políticas y regulaciones nacionales. Sin embargo, es posible que estas normas de privacidad sobre inteligencia artificial establecidas en Europa sean consideradas como un referente importante para la región, especialmente en países que ya tienen una legislación de protección de datos sólida. En cualquier caso, es fundamental que los países de Latinoamérica sigan de cerca los avances en la regulación de la inteligencia artificial y tomen medidas para proteger la privacidad y los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
