• Dom. May 5th, 2024

La nueva ley en España equipara a los streamers con las plataformas audiovisuales

La nueva ley en España equipara a los streamers con las plataformas audiovisuales

El mundo del streaming ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos años, con streamers populares como Ninja, Ibai o El Rubius que tienen audiencias que rivalizan e incluso superan a muchos canales de televisión. En España, hasta ahora, las exigencias regulatorias hacia estos grandes streamers eran considerablemente inferiores a las que se aplicaban a las plataformas audiovisuales convencionales. Esto está a punto de cambiar, ya que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha establecido un «registro estatal de prestadores del servicio de comunicación audiovisual» y ha decidido que los streamers de especial relevancia sean incluidos en él, al mismo nivel que las plataformas.

Esta nueva ley genera un precedente ante el mundo hispanohablante, pues si bien países como Chile y México han avanzado en legislaciones en distintos niveles de regulación. La propuesta española promete un marco de referencia para otros países y su éxito o fracaso determinará el actuar de los mismos.

¿Qué dice la ley?

La nueva Ley General de Comunicación Audiovisual define a los prestadores de servicios audiovisuales como aquellas personas que tienen «control efectivo sobre la selección de los contenidos». Esto incluye a los streamers que retransmiten contenido en plataformas como YouTube o Twitch. La CNMC ha creado una nueva categoría en el registro para incluir a estos grandes streamers, lo que significa que deberán registrarse como prestadores de servicios, para que las autoridades tengan constancia de su actividad.

Esta inclusión en el registro tiene como objetivo mejorar el control y la regulación de las actividades de los streamers, especialmente en lo que respecta a la publicidad encubierta y la protección de los derechos de los consumidores. Los streamers estarán sujetos a las mismas regulaciones que se aplican a las plataformas audiovisuales convencionales. Esto implica que deberán asegurarse de que ciertos contenidos, como los juegos de azar, sean apropiados para mayores de 18 años, que su contenido no incite al odio y que se promueva una alimentación saludable en el caso de contenidos relacionados con alimentos y bebidas grasas dirigidos a menores.

Un precedente para la profesionalización del sector

Además, la inclusión de los streamers en el registro también busca fomentar la profesionalización del sector. Al estar sujetos a las mismas regulaciones que las plataformas audiovisuales, se espera que los streamers adopten prácticas comerciales y de contenidos más transparentes y responsables. Esto implica una mayor rendición de cuentas en términos de campañas publicitarias y la necesidad de informar correctamente a sus audiencias sobre los patrocinios y promociones en sus contenidos.

Sin embargo, también surgen dudas sobre la aplicación de estas regulaciones a los streamers, especialmente en lo que respecta a su «especial relevancia». Algunos streamers son conocidos solo en el ámbito autonómico o local, lo que plantea la necesidad de aclarar si se pretende diferenciar por regiones en la aplicación de estas regulaciones. Además, aunque se ha mencionado la inclusión de los podcasters en el registro, aún no se ha aclarado cómo se desarrollará su papel en el marco de la nueva ley.

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